jueves, 3 de octubre de 2013

25 niñ@s y un pingüino

A pesar de ser conscientes de la gravedad de las medidas de "racionalización del gasto público" y del daño irreparable que están causando a la "EDUCACIÓN", hay una parte de la sociedad que necesita cartas como la de esta maestra para comprender que muchos de nuestros alumnos no van a desarrollar las competencias básicas necesarias ni van a poder alcanzar los objetivos mínimos.


 La carta, que muchos de vosotros ya habréis leído,  la podéis encontrar en el BLOG "EN BÚSQUEDA. CRÓNICA DE UN VIAJE A ÍTACA"

Copio aquí algunos parrafos de la misma



.../... En mi clase hay 25 niños y niñas y un pingüino de peluche, Nino, que nos hace de mascota. 14 de ellos tienen dos años. Dos presentan un retraso madurativo importante. Uno apenas entiende castellano. Otro está diagnosticado de necesidades educativas especiales. Otro aún lleva pañales.  

Supongo que usted no tiene ni idea de lo que es un periodo de adaptación en un aula de tres años, pero le diré que a pesar de haber puesto todo de mi parte en estas dos primeras semanas de curso varios de ellos aún lo están pasando mal. En el centro en el que trabajo y por obra y gracia de su gobierno y buen hacer contamos con tres profesores menos en estos últimos dos años, así que además de convivir con compañeros estresados, desbordados y agotados me he enfrentado a situaciones en las que no he tenido más remedio que descuidar algunas de las necesidades de mis alumnos para atender otras. Yo no sé si usted se habrá imaginado alguna vez qué puede sentir un niño de dos años que llora desesperadamente porque se encuentra en un entorno extraño de la mano de una maestra que sólo puede abrazarle de vez en cuando mientras corre de un lado a otro limpiando mocos, cantando canciones, contando cuentos o enseñando a varios niños como él a subirse el pantalón después de hacer pis. Está claro que tampoco ha tenido que cambiar a otro que se lo ha hecho encima atendiendo a la vez a otros 24, ni se ha sentido impotente al darse cuenta de que su alumno de necesidades educativas especiales no ha contado con la atención individualizada que se merece en toda la mañana, o de que quien aún va con pañales lleva sin cambiarse desde las 9 porque no ha tenido tiempo material de ponerle uno limpio.

Aún así, Señor Wert , mis compañeros y yo nos dejamos la piel para que esos niños y niñas sean felices y no dude de que a pesar de sus leyes y disposiciones lo serán. No sólo eso: mis niños y niñas aprenderán. También los de G, que no tiene 25, sino 29. Y los de JC, con 4 chavalillos de integración. O los de M , con un 80 por ciento de niños pertenecientes a  minorías étnicas. Eso sí, a Usted sólo se le ocurrirá comprobarlo con sus famosas pruebas selectivas, esas que comienzan ya a los cinco años. Y seguirá dejando sin trabajo a interinos e interinas, y afirmará que sobran profesores, y nos congelará el sueldo por cuarto año consecutivo.Y dirá que nuestras manifestaciones se parecen a fiestas de cumpleaños, reducirá (aún más) las becas de material y comedor y subvencionará a centros que entre otras cosas segregan a los niños por sexo..../...







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